martes, 19 de agosto de 2008

UNA GOTA DE SANGRE PARA MORIR AMANDO





SINOPSIS: Una serie de crímenes aterroriza a la ciudad mientras Ana, enfermera, prodiga sus cuidados a los pacientes del Gran Hospital. Un día, David, un joven delincuente, descubre casualmente que Ana es la autora de los crímenes de los que siempre son víctimas jóvenes con problemas a los que ella cree liberar de su enfrentamiento con la sociedad.

COMENTARIO: Esta es una de las películas más extrañas, incalificables y curiosas que ha dado la cinematografía española en toda su historia. Dirigida por el incalificable Eloy de la Iglesia, con guión, entre otros, de el propio De la Iglesia y José Luís Garci, producción del inefable José Frade y la interpretación de la Lolita de Kubrick Sue Lyon y Christopher Mitchum, hijo del histórico Robert Mitchum y un señor que ha pasado su carrera entre series B y Z.
El caso de su director es realmente curioso. Debutó en el mundo del cine en 1966 con una película infantil llamada Fantasía 3. A partir de ese momento, dirigió una serie de extraños e interesantes títulos, violentos pero con una cierta intención de crítica social, que siempre nadaban entre el delgado filo que separa la originalidad, la caspa, la provocación, la psicotronía y el cine de explotación más descarado. De esta época son la increíble La semana del asesino o esta Gota de sangre que ahora nos ocupa.
Su siguiente etapa la proporcionan una serie de películas de marcado carácter erótico que, con la excusa de mostrar temas polémicos como la homosexualidad o la política, eran vulgares excusas para enseñar teta y culo a granel. El Diputado o Los placeres prohibidos serían muy representativas. A partir de los ochenta, De la Iglesia empieza a hacer un cine de denuncia social en el que retrata la vida de delincuentes, navajeros y drogadictos en la deprimente España de la época. Sus dos cintas más conocidas de entonces son las dos partes de El Pico.
Tanto se metió el director en este tipo de cine que en 1987, tras dirigir la Estanquera de Vallecas, desaparece del mapa a causa de su adicción a la heroína y a los jovencitos marginales. Muy deteriorado físicamente reaparece en el año 2003 con Los novios búlgaros, para morir poco después a los sesenta y dos años de edad.
La película que nos ocupa es un curioso intento por aprovecharse del éxito internacional de La naranja Mecánica de Kubrick desde un punto de vista muy particular. Aquí nos encontramos también con un grupo de jóvenes que cometen atrocidades y con un proyecto estatal para rehabilitar a los delincuentes, pero todo ello se mezcla con la historia de una enfermera que asesina a jóvenes sin futuro y porvenir con la idea de que les está haciendo un favor. Con este argumento, el resultado es una rareza entre lo Kitch, la explotación y un cine raro y personal que es, precisamente, su mayor atractivo. Esta no es una gran película, es una cinta rara y diferente que han de paladear todos aquellos aficionados a las rarezas. Destacar el curioso diseño de producción y alguna secuencia francamente brillante.
LO MEJOR: Lo diferente de la propuesta
LO PEOR: Ese cierto tono cutre del que no se puede desprender
TRAILER
Lo siento, pero no lo he podido encontrar: sorry

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