martes, 13 de mayo de 2008

REBOBINE, POR FAVOR


SINOPSIS: Jerry es un joven que intenta sabotear un planta de electricidad que, según él, le está causando sus dolores de cabeza. El problema es que, sin darse cuenta, el acto le causa daños en su cerebro, que queda magnetizado. Cuando aparece por el videoclub en el que trabaja su amigo Mike, causa la destrucción involuntaria de todas las películas de la tienda. Desesperado ante la reacción que pueda tener el dueño Elroy, los dos deciden volver a rodar las películas a su manera.

COMENTARIO: A finales de los años noventa, surgió una generación de directores de videoclip que, de alguna manera, revolucionaron estilística y narrativamente este medio audiovisual. De entre los principales nombres que aparecieron durante esa época, la mayoría se pasaron al mundo del cine con mayor o menor fortuna. De todos estos realizadores, han sido dos los que han conservado y potenciado con mayor intensidad los hallazgos obtenidos dentro del mundo del clip. Estos son Spike Jonze (director de Como ser John Malkovich y Adaptation) y el francés Michael Gondry.
La obra de Gondry es sumamente original. En sus vídeos para Björk y Los Chemical Brothers ya demostró que era capaz de aunar una narrativa clásica con un universo personal onírico, lleno de magia y fantasía, donde los sueños se mezclaban con la realidad configurando historias tan extrañas como atractivas. Su ópera prima, Human Nature, pasó sin pena ni gloria a pesar de sus múltiples aciertos. Con Olvídate de mi, creó una obra maestra sobre el desamor y la incapacidad de olvidar aquello que nos importa. Todo en la película funcionaba a la perfección, destacando un Jim Carrey que estaba sublime. Su siguiente obra, la ciencia del sueño, es tal vez su film más onírico y fallido. Aun con muchos elementos positivos, Gondry creó una historia a la que le faltaba capacidad para emocionar.
Con Rebobine, por favor, desde mi punto de vista, el director se congratula con su mejor cine. Aunque la película parezca un producto manufacturado para el lucimiento del histriónico Jack Black, el francés es capaz de crear una historia en la que reflexiona sobre la capacidad del ser humano para crear todos aquellos mitos que, de alguna manera, nos hacen soñar. El recurso que utiliza es el cine y, a partir del interés de unos ilusos por recrear determinadas películas, nos muestra que en las películas lo que cuente, en el fondo, es la emoción y la identificación que podemos establecer con el lenguaje de la imagen.
La película es divertidísima y, les garantizo, su visionado no nos puede dejar indiferentes. De verdad, una de las propuestas más interesantes, originales y estimulantes del año.

LO MEJOR: Las recreaciones de las películas. Sublimes
LO PEOR: En algunos momentos resulta irregular y un pelín sensiblera.

TRAILER


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